Aprendiendo a tocar la mente en la época del Covid-19. (l)

Aprendiendo a tocar la mente en la época del Covid-19. (l)

Por suerte o por desgracia, hoy en día tenemos numerosos instrumentos que entretienen a diario nuestra mente (el móvil, la tele, libros, música, etc.). Sin embargo, la gente corriente rara vez se ve abocada a vivir consigo misma durante tanto tiempo, y menos aún en una situación tan tremenda como ésta, de incertidumbre respecto de las cosas que le importan. Pero, ocurre que, pase lo que pase en la vida, si hay alguien con quien estaremos es con nosotros mismos, y es por ello que es tan importante saber llevarnos bien con nosotros y, por ende, con nuestra mente. Para ello, hay que aprender cómo es y, sobre todo, aprender a dejarla estar. Grosso modo, en situaciones de angustia y ansiedad, como pudiera ser esta, la mente va a proyectar continuamente pensamientos alarmantes y desesperanzados. Mi consejo ante esto es que una y otra vez tratéis de no dejaros llevar por ellos. No pidáis ni deseéis que no existan, porque así no conseguiréis nada. En cualquier persona es normal que surjan pensamientos de ese tipo; en la persona angustiada o afectada por la ansiedad esos pensamientos surgirán en la mente una y otra vez; es su trabajo para prevenirnos, mal o bien. Mi consejo es que tratéis de aceptarlos como lo que son, pensamientos, y de no dejaros enredar por ellos. Tratar de saliros de los pensamientos angustiantes, una y otra vez tantas veces o invadan, que posiblemente serán incontables. Procurar realizar actividades gratificantes (escuchar música, hacer deporte, o lo que quiera que sanamente os guste y ayude a salir de la ansiedad), y dirigir vuestra atención hacia la actividad que estéis haciendo, da igual si es ducharse que fregar los platos, ver la tele, comer o conversar; tratar de centrar vuestra atención en aquello que hacéis en el momento presente y no dejaros enredar por el discurso de los pensamientos angustiantes aunque estén ahí. Por supuesto, esto no es tarea fácil, ya lo sé. Los que practicamos meditación procuramos hacerlo día a día y sabemos lo que cuesta, máxime si hemos sufrido ansiedad. Es como aprender a tocar un instrumento, practicar un deporte o algo similar; se trata de practicar, cuanto más mejor. Pero ¿Qué mejor práctica en días como estos que aprender a estar con nosotros mismos, con nuestro miedos y, cómo no, con nuestras alegrías?
Una cosa más. Practicar el amor :). Expresar amor hacia quienes os rodean, hacia la vida y, por supuesto, hacia vosotros mismos. El amor es el mejor antídoto hacia el odio y la repulsa, que para lo único que sirven es para hacer daño, empezando por uno mismo.

Bueno, espero no haberos aburrido mucho.
Suerte y ánimo.

Joaquín Carrizosa